PASO 1:
Cambiar de agua periódicamente, cada uno o dos días, es primordial para mantener sus flores frescas.
PASO 2:
En cada cambio de agua cortar el tallo en bisel (en forma diagonal), de manera que sea un corte limpio (sin desgarrar el tejido vegetal), para lograr que el agua ingrese por los tubos capilares de la planta sin problemas.
PASO 3:
La cantidad de agua dependerá del tipo de flor, en el caso de las rosas, ellas necesitan abundante agua, ya que poseen un tallo algo leñoso, por el contrario si la flor es una cala, el agua excesiva puede llevar a que se degrade rápidamente, ya que retiene el agua con facilidad.
PASO 4:
Los tulipanes son flores muy delicadas, ya que el ambiente en que se desarrollan es muy diferente al nuestro, además de los cuidados anteriores, se recomienda mantenerlas en agua helada (con cubos de hielo), ó si está en su posibilidad, conservarlo en una conservadora a temperatura de 8°C (las refrigeradoras de cocina tienen una temperatura menor por lo que no se recomienda dejarla dentro de ellas, por el riesgo de «quemar» las flores).
PASO 5:
En general toda flor cortada se conserva mejor a una temperatura de 8°C.
PASO 6:
Retire o corte las partes sobrantes o marchitas de la planta, tales como hojas, pétalos y partes de tallo en mal estado, para evitar la proliferación de bacterias u hongos.
PASO 7:
Existen en el mercado, químicos especiales para mantener las flores cortadas, debe seguir las indicaciones dadas por el fabricante.